RITO HISPANO - MOZARABE

CRUZ HISPANO – MOZARABE

IGLESIA ANTIGUA EN COLOMBIA

Viejos Católicos 1870

Aprueba Celebrar este Rito

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Misa Rito Hispano-Mozárabe (Liturgia)

ORDINARIO 

 

 

 

  1.  RITOS INICIALES
  2.  

Canto PRAELEGENDUM

himno Gloria in excelsis

Trisagio

Oración Post Gloriam

 

II. LITURGIA DE LA PALABRA

 

Dominus sit semper vobiscum

Lectura PROPHETIA

Canto PSALLENDUM

Lectura APOSTOLUS

Lectura EVANGELIUM

Homilía

Canto LAUDES

III. OFERTORIO

Canto SACRIFICIUM

Colocación del pan y del vino sobre el altar

IV. INTERCESIONES SOLEMNES

ORATIO ADMONITIONIS

Fórmula de conclusión

Oremus

Aclamación    Hágios, Hágios, Hágios…

Dípticos

Díptico por la Iglesia

Oración           ALIA

fórmula de enlace

oración            POST NOMINA

fórmula de conclusión

V. SIGNO DE LA PAZ

oración            AD PACEM

Fórmula de enlace

Gratia Dei Patris

Canto            AD PACEM

VI. PLEGARIA EUCARÍSTICA

Diálogo

ILLATIO

Santus

Oración         POST SANCTUS

Relato de la Institución

Aclamación Sic credimus

Oración          POST PRIDIE

Doxología

 

VII. RITO DE LA COMUNIÓN

Fidem quam corde

Credimus

fracción

canto              AD CONFRACTIONEM

Oremus

AD ORATIONEM DOMINICAM

Pater noster

Liberati a malo

Sancta sanctis

Conmixtión

Humiliate vos

BENEDICTIO

fórmula de conclusión

canto               AD ACCEDENTES

comunión

canto                post communionem

oración           COMPLETURIA

 

 

DESPEDIDA

 

Dominus sit semper vobiscum

Solemnia completa sunt

 

 

 

I. RITOS INICIALES

El sacerdote y los ministros se dirigen al altar, mientras el coro entona el canto de entrada.

Praelegemdum         (canto de entrada)

Sal 126, 5, 111, 2

Dichoso el hombre, aleluya, que alcanzará sus propósitos, aleluya.

V/. Su linaje será poderoso en la tierra, la descendencia del justo será bendita.

R/. Sus propósitos, aleluya.

V/. Gloria y honor al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.

R/. Sus propósitos, aleluya.

El sacerdote, inclinado ante el altar, ora en silencio, diciendo:

Me acerco a tu altar, Dios omnipotente y eterno, para ofrecer este sacrificio a tu majestad, suplicando tu misericordia por mi salvación y la de todo el pueblo.

Dígnate aceptarlo benignamente pues eres bueno y piadoso.

Concédeme penetrar el abismo de tu bondad, y presentar mi oración con tal fervor por tu pueblo santo, que se vea colmado de tus dones.

Dame, Señor, una verdadera contrición y lágrimas que consigan lavar mis propias culpas y alcanzar tu gracia y tu misericordia.

El sacerdote besa el altar en silencio y se dirige a la sede con los ministros.

A continuación se canta el himno.

Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor.

Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso.

Señor, Hijo único, Jesucristo, Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre, tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; Tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; Tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo Tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.

En las solemnidades, después del "Gloria a Dios en el cielo", el coro canta el Trisagio según se indica en el Propio.

Después del "Gloria a Dios en el cielo" y del Trisagio, si se ha cantado, el sacerdote, con las manos extendidas, recita la oración después del Gloria.

Oratio post Gloriam       (oración después del Gloria)

Inunda, Señor, con el rocío de la gracia del cielo a quienes solemnemente celebramos la fiesta (anual) de tu confesor san Isidoro, para que, los que ahora participamos en su conmemoración con renovado fervor, seamos constantemente guiados y favorecidos por su bondadosa protección.

Al final de la oración todos responden:

R/: Amén

El sacerdote concluye:

Por tu misericordia, Dios nuestro, que eres bendito y vives y todo lo gobiernas, por los siglos de los siglos.

R/. Amén

II. LITURGIA DE LA PALABRA

El sacerdote saluda al pueblo diciendo:

El Señor esté siempre con vosotros.

El pueblo responde:

Y con tu espíritu.

 

El lector lee la Profecía:

 

Prophetia (1ª Lectura)

 

Lectura del libro del Profeta Isaías.

42, 1-4

R/. Demos gracias a Dios.

Esto dice el Señor: Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, a quien prefiero. Sobre él he puesto mi espíritu, para que traiga el derecho a las naciones. No gritará, no clamará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, el pábilo vacilante no lo apagará. Promoverá fielmente el derecho, no vacilará ni se quebrará, hasta implantar el derecho en la tierra, y sus leyes que esperan las islas.

Al final de la lectura responden:

R/. Amén.

El coro, terminada la Profecía, canta el responsorio.

 

Psallendum           (Salmo cantado)

Sal 9,2-3

Te doy gracias, Señor, de todo corazón, proclamando todas tus maravillas.

V/. Me alegro y exulto contigo y toco en honor de tu nombre, oh Altísimo.

R/. Proclamando tus maravillas.

 

El lector lee el Apóstol.

Apostolus         (2ª Lectura)

 

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo.

6,7-14

R/. Demos gracias a Dios.

Querido hermano: Sin nada venimos al mundo y sin nada nos iremos de él. Teniendo qué comer y qué vestir nos basta, En cambio, los que buscan riquezas, se enredan en mil tentaciones, se crean necesidades absurdas y nocivas, que hunden a los hombres en la perdición y la ruina. Porque la codicia es la raíz de todos los males, y muchos, arrastrados por ella, se han apartado de la fe y se han acarreado muchos sufrimientos.

Tú, en cambio, hombre de Dios, huye de todo esto: practica la justicia, la religión, la fe, el amor, la paciencia, la delicadeza. Combate el buen combate de la fe. Conquista la vida eterna a la que fuiste llamado, y de la que hiciste noble profesión ante muchos testigos. En presencia de Dios, que da la vida al universo, y de Cristo Jesús, que dio testimonio ante Poncio Pilato, te insisto en que guardes el mandamiento sin mancha ni reproche hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo.

Al final de la lectura, todos responden:

R/. Amén.

El diácono se dirige al ambón, acompañado por los ministros con cirios encendidos e incensario, si se usa, y todos en pie, dice:

El Señor esté siempre con vosotros.

Todos responden:

Y con tu espíritu.

El diácono inciensa el libro y proclama el Evangelio:

 

Evangelium         (Evangelio)

 

Lectura del santo Evangelio según san Lucas.

12,35-40

R/. Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:

Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas; vosotros estad como los que aguardan a que su señor vuelva de la boda para abrirle apenas venga y llame. Dichosos los criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela: os aseguro que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y les irá sirviendo. Y si llega entrada la noche o de madrugada, y los encuentra así, dichosos ellos. Comprended que si supiera el dueño de la casa a qué hora viene el ladrón, no le dejaría abrir un boquete. Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del Hombre.

 

Al final de la lectura todos responden:

R/. Amén.

 

A continuación se tiene la homilía.

Terminada la homilía, canta el coro los "laudes".

 

 

Laudes (Aleluya)

Sal. 117,28

Aleluya.

R/. Aleluya.

V/. Tú eres mi Dios, te doy gracias; Dios mío, yo te ensalzo. Aleluya.

R/. Aleluya.

 

III. PREPARACIÓN DE LAS OFRENDAS             (Ofertorio)

 

El coro entona el "sacrificium". Si hay ofrendas de los fieles, estos lo llevan al altar.

Sacrificium

Mt. 10, 32, 39

Si uno se pone de mi parte ante los hombres, dice el Señor, yo también me pondré de su parte ante mi padre del cielo, aleluya.

V/. El que pierda su vida por mí, la encontrará.

R/. Ante mi Padre del cielo, aleluya.

 

El diácono extiende el corporal sobre el altar y coloca sobre él, la patena con el pan. Echa vino y un poco de agua en el cáliz y lo coloca igualmente sobre el corporal.

El sacerdote puede decir en secreto la siguiente oración.

 

Mira con rostro complacido, Dios omnipotente y eterno, esta oblación de pan y vino que nosotros, indignos siervos tuyos, colocamos sobre tu altar; y recibe nuestra propia vida como sacrificio agradable a ti para que, renovados por tu gracia, te glorifiquemos con nuestras alabanzas.

 

El sacerdote puede incensar el altar y las ofrendas. Se lava las manos en silencio junto al altar y vuelve con el diácono a la sede.

 

IV. INTERCESIONES SOLEMNES

 

El sacerdote en pie, desde la sede, exhorta al pueblo:

 

Oratio admonitionis

 

Amadísimos hermanos, honremos tal como conviene este día digno de toda veneración, día en el que el confesor san Isidoro fue llamado a la gloria eterna, después de haber confesado la fe con sus labios y de haber creído en Dios de todo corazón. Imploremos la clemencia del Dios omnipotente, para que tal como el día de hoy hizo entrar a su santo en el cielo, a nosotros nos justifique de toda culpa, pues creemos y confiamos en Él, y los que celebramos la fiesta del santo confesor merezcamos obtener la corona de la gloria.

R/. Amén.

Por la misericordia de Dios, nuestro Dios, que es bendito y vive y todo lo gobierna por los siglos de los siglos.

R/. Amén.

El sacerdote exhorta al pueblo a la oración, diciendo:

Oremos.

Y aclama el coro:

Hágios, Hágios, Hágios,

Señor Dios, Rey eterno.

A ti nuestra alabanza;

A ti nuestra acción de gracias.

El diácono recita el Díptico por la Iglesia:

Tengamos presente en nuestras oraciones a la Iglesia santa y católica: el Señor la haga crecer en la fe, la esperanza y la caridad.

R/. Concédelo Dios eterno y todopoderoso.

V/. Recordemos a los pecadores, los cautivos, los enfermos y los emigrantes: el Señor los mire con bondad, los libre, los sane y los conforte.

R/. Concédelo Dios eterno y todopoderoso.

El sacerdote dice la Oración entre Dípticos:

 

Alia

 

Oh Dios, Tú que premias la fe de los que confiesan tu Nombre, después de haber inspirado tú mismo su confesión; mira con benevolencia las ofrendas que te presentamos en la fiesta de tu obispo san Isidoro. Y a los que evocando su memoria reconocemos ante ti nuestros pecados, concédenos la gracia del perdón por su valiosa ayuda.

R/. Amén.

El sacerdote añade esta conclusión invariable:

Por tu misericordia, Dios nuestro, en cuya presencia recitamos los nombres de los santos Apóstoles y Mártires, Confesores y Vírgenes.

R/. Amén.

Prosigue el diácono:

Ofrecen este sacrificio al Señor Dios, nuestros sacerdotes: El Arzobispo Primado (Presidente de la Conferencia) y todos los demás Obispos, por sí mismos y por todo el clero, por las Iglesias que tienen encomendadas, y por la Iglesia universal.

R/. Lo ofrecen por sí mismos por toda la Iglesia universal.

Prosigue el diácono:

Lo ofrecen igualmente todos los presbíteros, diáconos y clérigos, y los fieles presentes, en honor de los Santos, por sí mismos y por los suyos.

R/. lo ofrecen por sí mismos y por la Iglesia universal.

Prosigue el diácono:

En memoria de los santos apóstoles y mártires, de la gloriosa siempre Virgen María, de Zacarías, Juan, los Inocentes, Esteban, Pedro y Pablo, Juan, Santiago, Andrés, Acislo, Torcuato, Fructuoso, Félix, Vicente, Eulogio, Justo y Pastor, Justa y Rufina, Eulalia, la otra Eulalia, Leocadia.

R/. Y de todos los Mártires.

 

Puede añadirse otros nombres de Mártires.

Prosigue el diácono:

 

En memoria igualmente de los confesores: Hilario, Atanasio, Martín, Ambrosio, Agustín, Fulgencio, Leandro, Isidoro, Braulio, Eugenio, Ildelfonso, Julián.

 

Puede añadirse otros nombres de Santos.

 

R/. Y de todos los Confesores.

Prosigue el diácono:

Lo ofrece la Iglesia de Dios, santa y católica, por las almas de todos los fieles difuntos: que Dios se digne en su bondad admitirlos en el coro de los elegidos.

R/. Concédelo Dios eterno y todopoderoso.

 

Concluye el scerdote con la Oración después de los Dípticos.

 

Post Nomina                     (Oración)

 

Oh Cristo, Hijo de Dios: las ofrendas materiales no te satisfacen, y en cambio te complaces en la alabanza de un corazón puro. Acoge los deseos que te presentamos y admite a nuestros difuntos en la asamblea de los santos. En esta conmemoración de tu confesor san Isidoro, acepta el testimonio de fe de los que aquí vivimos y concede la paz a las almas de los que en ti descansan.

R/. Amén.

Porque Tú eres la vida de los que viven, la salud de los enfermos, y el descanso de todos los fieles difuntos por todos los siglos de los siglos.

R/. Amén.

 

V. RITO DE LA PAZ

 

El sacerdote dice la oración.

 

Ad Pacem

Tú mismo eres, oh Dios, la corona de los que confiesan tu Nombre. Acaba con las discordias, y llénanos a todos nosotros con el don de aquella paz tuya, por la que resplandeció tu confesor Isidoro.

R/. Amén.

PorqueTú eres nuestra paz verdadera, caridad indivisible; Tú que vives contigo mismo y reinas con tu Hijo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos.

R/. Amén.

El sacerdote extiende las manos sobre el pueblo y dice:

La gracia de Dios Padre todopoderoso, la paz y el amor de nuestro Señor Jesucristo y la comunión con el Espíritu Santo esté siempre con todos vosotros.

R/. Y con los hombres de buena voluntad.

El diácono se dirige al pueblo y dice:

Daos la paz unos a otros.

Mientras el sacerdote con los ministros y los fieles entre sí se dan el saludo de la paz, entona el coro el canto de la paz.

Mi paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo.

V/. Un mandamiento nuevo os doy, que os améis unos a otros.

R/. Mi paz os doy; no os doy la paz como la da el mundo.

V/. Gloria y honor al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

R/. Mi paz os doy; no os doy la paz como la da el mundo.

 

VI. PLEGARIA EUCARÍSTICA

 

El sacerdote se acerca al altar y dice:

Me acercaré al altar de Dios.

Todos responden:

A Dios que es nuestra alegría.

El diácono dice:

Oídos atentos al Señor.

Todos responden:

Toda nuestra atención hacia el Señor.

El sacerdote, extendiendo las manos prosigue:

Levantemos el corazón.

Todos responden:

Lo tenemos levantado hacia el Señor.

El sacerdote dice:

A Dios y a nuestro Señor Jesucristo, Hijo de Dios, que está en el cielo, demos debidas gracias y alabanzas.

Todos responden:

Es justo y necesario.

 

El sacerdote, con las manos extendidas, dice o canta:

 

Illatio                     (Prefacio)

 

Es justo y necesario que te demos gracias, Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno, por Jesucristo, tu Hijo y nuestro Señor; Él es la corona de la justicia, el árbol de la vida y la palma de la victoria. Él premia la fe íntegra de sus confesores con una corona semejante a la del martirio.

Aunque no derramarán su sangre como los mártires, no les fueron inferiores en virtud. Unos vencieron al enemigo luchando al descubierto; otros lo combatieron dentro de sí mismos. Unos lo derrotaron con sus heridas externas, otros lo acosaron espiritualmente en su interior, luchando contra el poder de las tinieblas y resistiéndose a sus halagos seductores.

Así, por su buena confesión, purificados por las pruebas de esta vida, recibirán en la eternidad el mismo premio que merecieron los mártires por la efusión de su sangre. Nosotros creemos y declaramos q este bienaventurado san Isidoro, se entregó a ti con toda su alma, vivió toda su vida amándote, abrazó tu presencia en su interior, y habló bien de ti cuando enseñaba. Él comparte la dignidad de los santos confesores y ha logrado el triunfo a ellos reservado, porque no se avergonzó de ser testigo de tu Hijo Unigénito ante los hombres ensalzado con sus labios tu poder.

Ahora con los ángeles y los arcángeles alaba a este mismo Señor y Salvador nuestro, diciendo:

 

Omnes cantant

:

(Todos cantan)

 

Santo, Santo, Santo, Señor Dios del Universo.

Llenos están el cielo y la tierra de tu majestad gloriosa.

Hosanna al Hijo de David.

Bendito el que viene en nombre del Señor.

Hosanna en el cielo.

Hágios, Hágios, Hágios, Kyrie o Theós

 

El sacerdote, con las manos extendidas, dice o canta la oración:

 

Post Sanctus                     (después del Santo)

 

Santo eres en verdad, Señor Dios nuestro; bueno eres y admirable. En el día de hoy haces brillar de nuevo la gloria de tu (confesor, santo, santa…) suscitando en nosotros el deseo de imitarle.

Y mientras, llenos de fe, veneramos a quien te fue grato por su buen testimonio, crece nuestra devoción, y nuestro mismo servicio de alabanza se nos convierte en causa de salvación.

Te ofrecemos, pues, este sacrificio en memoria del hombre admirable, que en el día de hoy entregó su alma confesando tu Nombre, y te rogamos que infundas también en nosotros la decisión de profesar nuestra fe sinceramente.

Porque Tú eres el Cristo, nuestro Señor y Redentor eterno.

El cual, la víspera de su pasión, tomó pan

 

Toma la patena con el pan y, elevando los ojos, continúa:

 

dio gracias, pronunció la bendición, lo partió y lo dio a sus discípulos diciendo:

 

TOMAD Y COMED: ESTO ES MI CUERPO QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS. CUANTAS VECES LO COMÁIS, HACEDLO EN MEMORIA MÍA.

 

Todos responden:

Amén.

 

Deja la patena sobre el altar. Toma el cáliz y prosigue.

 

Lo mismo hizo con el cáliz al final de la cena, diciendo:

 

ÉSTE ES EL CÁLIZ DE LA NUEVA ALIANZA EN MI SANGRE, QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS Y POR TODOS LOS HOMBRES EN REMISIÓN DE LOS PECADOS. CUANTAS VECES LO BEBÁIS, HACEDLO EN MEMORIA MÍA.

 

Todos responden:

Amén.

Deja el cáliz sobre el altar y con las manos extendidas dice:

Cuantas veces comáis este pan y bebáis este cáliz, anunciaréis la muerte del Señor hasta que venga glorioso desde el cielo.

 

Todos aclaman:

Así lo creemos, Señor Jesús.

 

El sacerdote, con las manos extendidas, dice o canta la oración:

 

Post pridie                       (oración)

 

Celebramos la memoria de san Isidoro, obispo y confesor, que no dejó de confesar tu Nombre frente a un mundo contrario.

Él te agradó por las obras, te buscó en la oración y te encontró en la caridad perfecta.

Por eso hoy nosotros te invocamos y te suplicamos: dígnate en tu bondad descender sobre las ofrendas presentadas en tu honor, de modo que quien vamos a recibirlas consigamos el perdón de nuestros pecados y podamos alcanzar la gloria por haber confesado tu Nombre entre los hombres.

R/. Amén.

 

El sacerdote junta las manos. si en el Propio no se indica una fórmula especial, concluye con la siguiente doxología:

 

Concédelo Señor santo, pues creas todas estas cosas para nosotros, indignos siervos tuyos, y las haces tan buenas, las santificas, las llenas + de vida,

 

Al decir "llenas de vida", hace la señal de la cruz sobre los dones sagrados.

 

las bendices y nos las das, así bendecidas por ti, Dios nuestro, por los siglos de los siglos.

R/. Amén.

VII. RITO DE LA COMUNIÓN

 

El sacerdote exhorta al pueblo, diciendo:

Profesemos con los labios, la fe que llevamos en el corazón.

Todos proclaman:

Creemos en un sólo Dios Padre todopoderoso, hacedor del cielo y de la tierra, creador de todo lo visible y lo invisible.

Y en un sólo Señor nuestro Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos. Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, nacido, no hecho, omoúsion con el Padre, por quien todo fue hecho, en el cielo y en la tierra. Que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue sepultado, resucitó al tercer día, subió al cielo, está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Y en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo que con el Padre y el Hijo ha de ser adorado y glorificado, y que habló por los profetas.

Y en la Iglesia que es una, santa, católica y apostólica. Confesamos que hay un sólo bautismo para el perdón de los pecados, esperamos la resurrección de los muertos, y la vida del mundo futuro. Amén.

 

El coro entona :

 

Cantus ad confractionem                                   (canto de la fracción)

 

Acepta, Señor, en tu presencia nuestro sacrificio y sea de tu agrado.

 

Durante el canto, el sacerdote parte el pan consagrado y, mientras coloca las partículas en forma de cruz sobre la patena, va evocando los misterios de Cristo que se celebra en el año litúrgico.

 

 

Encarnación(1)

 

Muerte(6)

Nacimiento (2)

Resurección (7)

 

Circuncisión (3)

Gloria (8)

 

Aparición (4)

Reino (9)

 

Pasión (5)

 
     

El sacerdote dice con las manos juntas:

Oremos.

A continuación recita la introducción al Padre nuestro:

Ad Orationem Dominicam

Por medio de las palabras del apóstol nos enseñas, oh Cristo, Señor, que la confesión de la fe nos salva. Contribuyan, pues, a salvarnos las oraciones de san Isidoro, tu confesor. Óyenos, cuando te invocamos desde la tierra proclamando con los labios la fe que llevamos en el corazón:

Prosigue sin interrupción, con las manos extendidas:

Padre nuestro que estás en el cielo

R/. Amén.

Santificado sea tu nombre

R/. Amén.

Venga a nosotros tu reino

R/. Amén.

Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo

R/. Amén.

Danos hoy nuestro pan de cada día

R/. Amén.

Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden

R/. Amén.

No nos dejes caer en la tentación

R/. Amén.

Y líbranos del mal

R/. Amén.

Libres del mal, confirmados siempre en el bien, podamos servirte, Dios y Señor nuestro. Pon término, Señor, a nuestros pecados, alegra a los afligidos, redime a los cautivos, sana a los enfermos y da el descanso a los difuntos.

Concede paz y seguridad a nuestros días, quebranta la audacia de nuestros enemigos y escucha, oh Dios, las oraciones de tus siervos, de todos los fieles cristianos, es este día y en todo tiempo.

Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

R/. Amén.

El sacerdote eleva un poco la patena y el cáliz, mostrándolos al pueblo, y dice:

Lo Santo para los santos.

Deposita sobre el altar la patena y el cáliz y, tomando la partícula -REGNUM-, la deja caer en el cáliz, diciendo en voz baja:

Y la conjunción del Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor Jesucristo sea causa de perdón para nosotros, que la tomamos y bebemos, y de eterno descanso para los fieles difuntos.

El diácono se dirige al pueblo y dice:

Inclinaos para recibir la bendición.

Todos responden:

Demos gracias a Dios.

El sacerdote dice:

El Señor esté siempre con vosotros.

Todos responden:

Y con tu espíritu.

Y extendiendo las manos sobre el pueblo, imparte la bendición:

 

Benedictio                   (Bendición)

 

Jesucristo, nuestro Señor, que es Él mismo la recompensa de quienes confiesan su nombre, os conceda el don divino de la fe por la intercesión de san Isidoro.

R/. Amén.

Él confirme vuestra profesión de fe y recompense vuestra fidelidad.

R/. Amén.

Para que siguiendo el ejemplo del santo confesor, merezcáis alcanzar la bienaventuranza prometida.

R/. Amén.

Por la misericordia de Dios, nuestro Dios, que es bendito y vive y todo lo gobierna, por los siglos de los siglos.

R/. Amén.

Antes de comulgar, el sacerdote puede decir en secreto la siguiente oración:

La comunión de este sacramento, Señor, limpie las manchas de mis pecados y me haga digno de cumplir el ministerio que tengo encomendado; encuentre en él, ayudado por ti, apoyo a mi debilidad, santidad de mi vida y gozo perpetuo en la compañía de tus Santos.

Recibe el sacramento del Cuerpo y la Sangre del Señor y lo da a continuación al diácono.

El sacerdote distribuye a los fieles el sacramento del Cuerpo del Señor, diciendo a cada uno:

El Cuerpo de Cristo sea tu salvación.

El diácono da a beber del cáliz diciendo:

La sangre de Cristo permanezca contigo como verdadera redención.

Durante la distribución de la comunión se canta:

 

Cantus ad accedentes (canto de comunión)

 

Gustad y ved qué bueno es el Señor, aleluya, aleluya, aleluya.

V/. Bendigo al Señor en todo momento, su alabanza está siempre en mi boca.

R/. Aleluya, aleluya, aleluya.

V/. El Señor redime a sus siervos, no será castigado quien se acoge a Él.

R/. Aleluya, aleluya, aleluya.

V/. Gloria y honor al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

R/. Aleluya, aleluya, aleluya.

Terminada la distribución de la comunión, el coro entona la antífona después de la comunión.

 

Antiphona post communionem (antífona después de la comunión)

 

Alimentados con el Cuerpo y la Sangre de Cristo, te alabamos, Señor.

R/. Aleluya, aleluya, aleluya.

El sacerdote de pie, recita la oración final.

 

Completuria                 (oración de conclusión)

 

Apelamos a tu bondad, oh Padre clementísimo, para que aceptes la acción sagrada que hoy hemos celebrado por devoción a tu confesor san Isidoro, obispo, y se convierta en gloria y alabanza a ti. Y así como a él, le coronaste de la gloria por su vida virtuosa, purifícanos a nosotros de todas nuestras culpas.

R/. Amén.

Por tu misericordia, Dios nuestro, que eres bendito y vives y todo lo gobiernas, por los siglos de los siglos.

R/. Amén.

Conclusión

El sacerdote saluda al pueblo diciendo:

El Señor esté siempre con vosotros.

Todos responden:

Y con tu espíritu.

El diácono dice:

Nuestra celebración ha terminado.

En nombre de nuestro Señor Jesucristo, Dios acepte nuestros deseos y plegarias en paz.

Todos responden:

Demos gracias a Dios.

El sacerdote besa el altar y, hecha la debida reverencia con los ministros, se retira.

FINALIZA ACA LA LITURGIA DE LA SANTA EUCARISTIA (MISA)

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En la actual Misa Mozárabe se usan dos libros, Missale Omnium Offerentium y el misal completo.

El Missale Omnium Offerentium contiene lo que en la rito romano se llamaría el Ordinario y el Canon, Puesto que casi toda la misa varía con el día, este libro contiene una misa – ejemplo (la de Santiago el Mayor) completa con todos la partes que la forman, fijas o variables, en su orden apropiado.

En todos los demás días las variables se leen del Misal completo.

El nombre Omnium Offerentium no ha sido completamente explicado; naturalmente significa “de todos los que ofrecen” y la frase "et omnium offerentium … peccata indulge" ocurre en la oblación del Cáliz.

No parece tener razón alguna para que esta frase , que está en una posición no muy notable, de el nombre a todo el servicio, a no ser que tengan razón los que ( como el autor del "Devocionario Mozárabe") aplican el nombre sólo a la Missa Catechumenorum.

Hay de hecho orígenes muy improbables como éste en la nomenclatura litúrgica Pero es posible conjeturar otro origen: en los idiomas célticos, la palabra para Misa se deriva de alguna palabra latina cuyo origen fue el verbo offero.

Los idiomas córnico (cornuallés), galés y bretón tienen offeren; el Gaélico aifrionn o aifreann que en guerrean se relacionan con offerendum y para confirmarlo el Francés tiene offrande y el Español ofrenda, en ambos sentidos, el de una ofrenda religiosa, equivalente al galés offrwm y al Cornish offryn.

Pero las palabras célticas se derivan, más probablemente de offerentia, una palabra usada por Tertuliano en el sentido general de presentar una ofrenda, pero que quizá se usó durante un tiempo en los países celtas con ese el sentido de Oferta Sagrada.

Así que se puede conjeturar que la expresión española era originalmente "Missale Omnium Offerentiarum", Misal de todas las misas”, que es precisamente lo que es. Se ha sugerido que offerens puede haber sido utilizado en un latín muy corrompido en el sentido de un acto de ofrecimiento así como de uno que ofrece.

Esto explicaría la frase mozárabe aún mejor. Es Orden de la Misa es el siguiente:

(1) La Preparación: oraciones mientras se viste, que en general se parecen a los del rito romano en el significado y a veces hasta en las palabras, que van seguidas por un reponsorio y Oratio de perdón y pureza, después del que el sacerdote va al altar y dice Ave María In nomine D. N. J. C., Sancti Spiritus adsit nobis gratia, Judica me, con la antífona Introibo, Confiteor, con absolución y consiguientes versículos y respuestas.
El Confiteor difiere de la forma romana y hay versículos y respuestas antes de él. Sigue Aufer a nobis, una forma más larga que la romana; después la Salutación de la Cruz.

El sacerdote hace el signo de la cruz sobre el altar, besa al altar y dice un responsorio "Salve crux pretiosa" y una oratio.

Una buena parte de estos preliminares fue tomado por Cisneros del Misal Toledano (romano) y no es mozárabe.

En grandes fiestas, el sacerdote directamente entra cantando una pieza muy florida de canto llano, una oración "Per gloriam nominis tui etc.", pidiendo ayuda.

(2) La Preparación de Cáliz y la Patena


Se desdobla el corporal, el cáliz y la patena purificados ceremoniosamente, se echa el vino y se coloca el pan en la patena.

Para cada uno de estos actos hay una oración o una bendición.

La preparación del Cáliz antes de la Misa en vez de ser al Ofertorio, debe atribuirse a influencias irlandesas (ver Rito Celta).

Sigue aún existiendo en la práctica bizantina y los dominicos en las misas privadas. Sin embargo en la mozárabe Missa Omnium Offerentium hay una indicación para que se ponga vino en el cáliz durante la Epístola, pero no se hace

(3) ) Ad Missam Officium


Esto es el Introito. Officium es un nombre alternativo común utilizado entre otros lugares en el Misal de Sarum.

El viejo término mozárabe Prœlegendum o Prolegendum. Anatiphona ad Prœlegendum, el que le da S. Germán de París.

Está en forma de responsorio con Alleluias y Gloria.

(4) El Cantar de los Cantares.


Es ahora Gloria in Excelsis omitido en Adviento ( excepto en las fiestas) y Cuaresma.

El día de Pascua de Resurrección un falso Trisagion Sanctus Deus, qui sedes super cherubim, etc.", con un Benedicto opcional en su forma resumida. En Add. se da en griego (transliterado) y latín en la Anunciación (18 de dic. La misa para esos día es más completa en un manuscrito que en otros y como la Misa del domingo de Adviento en el misal impreso se da por medio del Ordinario de la Misa) y la Circuncisión y el falso Trisagion latino se usa ahora en Pentecostés. Esto muestra que el Ajus de S. Germán y el Misal de Bobbio era ciertamente el Trisagion.

(5) Oratio. Aunque toma el lugar de la colecta romana, es realmente una oración suplementaria al Gloria in excelsis.

Es la Práctica usual ( aunque como en la mayor parte de las cosas mozárabes, no invariable) para los salmos. Himnos, cánticos y toda clase de responsorios seguidos por oraciones que más o menos resumen las ideas a las que siguen.

Por esto tantas oraciones mozárabes, galicanas y celtas se nombran por referencia a los que siguen - post Ajus, post Prophetiam, post Nomina, post Pacem etc. Esta oratio meramente sigue la idea, en un considerable número de días, del Gloria con poca o ninguna referencia al día, hasta en los domingos de adviento cuando se omite el Gloria.
Están principalmente en el Temporale y hay 9 Orationes de uso frecuente, pero en ciertos días (es decir Navidad, Domingo antes de Epifanía, Epifanía, Ascensión, Pentecostés, Corpus Christi, todos los comunes y entre treinta y cuarenta días en el Sanctorale) esta Oratio se refiere al día y no al Gloria.

(6) La Profecía Es usualmente una lección del Nuevo testamento, excepto en tiempo pascual cuando es del Apocalipsis. ( ver RITO AMBROSIANO).

Durante la Cuaresma y otras fiestas hay dos de estas lecciones una de uno de los libros de Salomón y la otra del Pentateuco o de uno de los libros históricos

(7) Hymnus Trium Puerorum. Ocasionalmente sigue a la Profecía.

Es el Benedictus es con una forma resumida del Benedicite, todo ello precedido por Dan., iii, 49-51, citado muy libremente.

El Cuarto Concilio de Toledo ordenó este "in omnium missarum solemnitate".Ocurre en los manuscritos en días cuando no aparece en los libros impresos. Solía ir seguido de Ps. cv, Confitemini pero ahora ésto está reducido a un verso.

(8) Psallendo (un responsorio).–Los domingos segundo y tercero y los días de semana en Cuaresma hay un Tractus, que consiste en versos de los salmos sin repeticiones, como en el rito romano.

El Tracto o Psallendo en domingos de cuaresma, excepto el domingo de ramos cuando la Traditio Symboli viene aquí, es seguido por Preces, una corta letanía penitencial que difiere cada domingo. Neale señala que estas son en verso.

(9) La Epistola, o una lección de los Hechos, en tiempo pascual, precedido por "silentium facite", proclamado por el diácono.

(10) El Evangelio precedido solamente por una corta oración "Comforta me Rex Sanctorum" y el "Munda cor meum corpusque ac labia" (el resto como en el Rito Romano), seguido por la bendición que no está en la forma romana. Estas, naturalmente se dicen en secreto. La entrega del Evangelio y el responso son similares a las romanas. Tras la lectura, el sacerdote hace la señal de la cruz sobre el Evangelio y lo besa, diciendo"Ave Verbum Divinum: reformatio virtutum; restitutio sanitatum."

(11) El Ofertorio Consiste en:

(a) Los Lauda, un verso entre dos alleluias. Es lo que S. Germanus llama el Sonus, cantado durante la procesión de la Oblación. Ahora no hay procesión, pero mientras se canta, la ceremonia continúa.

(b) La Oblación del pan y vino con oraciones que se parecen pero no son idénticas a las romanas. Al cubrir el cáliz con la filiola se dice la oración que contiene las palabras "omnium offerentium" (ver arriba).

(c) La bendición de la oblación, para la que se dan dos alternativas, una de las cuales, la que se usa generalmente es "In spiritu humilitatis" y "Veni sanctificator" del rito romano.

(d) El incienso, con una bendición similar a la romana al principio de la misa, pero con una oración diferente.

(e) "Adjuvate me fratres", con responso - la forma mozárabe del “orate fratres”.

(f) El Sacrificium, que es lo que S. Germanus llama “Laudes”. Esto, con los Lauda foman lo equivalente en el Offertorium romano, aquí divididos en los libros por las ceremonias de la Oblación, aunque en la práctica hay muy poca división.

(g) Cuando hay ofrendas el sacerdote llevado a recibirlas y decir al oferente: "Centuplum accipias et vitam possideas in Regno Dei."

Esto es lo que queda de las ofrendas hechas por el pueblo ( ver RITO AMBROSIANO).

Se retiene las palabras pero ya no se hacen las ofrendas. Esto va seguido en los libros por la Benedictio Panis(ver el Pain Bénit usado en Francia y antes en Inglaterra). la forma es casi idéntica con la primera que se da en los misales Romano y Sarum, pero ya no se usa. (h) el Lavabo solo con los tres primeros versos del salmo. Le sigue una bendición final “super oblationem cum tribus digitis".
(12) La oración de Humilde Acceso dicha por el sacerdote con la cabeza inclinada.

S. Isidoro en sus “Etimologías” menciona una despedida de catecúmenos con una proclamación del diácono, como ocurre en este punto.
Aquí comienza la Missa Fidelium, que contiene siete oraciones de las que habla S. Isidoro. Las Siete oraciones son :

(13) Ad Missam Oratio, Oratio Missæ o simplemente Missa.–Es con frecuencia , pero no siempre una oración de ofrenda: El Galicano la llama Praefatio y es seguida en el Mozárabe por "Agios, Agios, Agios, Domine Rex æterne, tibi laudes et gratias" cantado por el coro, precedido del Oremus (una de las dos únicas ocasiones de esta palabra) y seguida por una invitación a una oración de intercesión, una forma mucho más comprimida de la Prex ( ver rito ceta, rito galicano) cantada por el sacerdote.

(14) Alia Oratio.– Esta , en los libros galicanos, se encabeza “"Collectio sequitur". Los fragmentos de Reichenau (ver RITO GALICANO) no siempre son muy claros sobre si hay aquí una o dos oraciones y si ha de identificarse con la Collectio o la Ante Nominadeesas hojas pero ninguna de ellas hace referencia a la Nominaque sigue, no el mozárabe Alia Oratio excepto en el final invariable "Per misericordiam tuam, Deus noster, in cujus conspectu sanctorum Apostolorum et Martyrum, Confessorum atque Virginum nomina recitantur."

A esto sigue otro pasaje fijo recitado como "Sacerdotes nostri [aquí según Leslie, el diácono recitaba los nombres del arzobispo , Regionarios, Obispos de los demás credos en forma general, Se puede insertar a nuestro hermano el Obispo de Roma, el Patriarca ….y todos los sacerdotes, diáconos, clérigos y gente que los rodeaba ofrecen la oblación por si mismos y por toda la hermandad con un responso:

"Offerunt pro se et pro universa fraternitate".

A continuación siguen los dícticos o listas de nombres conmemorados, que están en dos partes, Apóstoles y Mártires, una lista que consiste en Nuestra Señora, S. Zacarías, S. Juan (Bautista), los inocentes, los apóstoles S. marcos y S. Lucas. A esto se responde "et omnium Martyrum". La segunda lista es "Item pro spiritibus pausantium", con 47 nombres, comenzando con S. Hilario, Atanasio, Martín, Ambrosio y Agustín, siguiendo con la lista de personas españolas, muchos de ellos arzobispos de Toledo, de antes y después de la conquista, A esto, se responde , como en el Misal Store "et omnium pausantium".

(15) La Oratio Post Nomina continúa la intercesión. Esta, la tercera oración de la lista de S. Isidoro, es variable con el día, excepto por la terminación "Quia tu es vita vivorum, sanitas infirmorum et requies omnium fidelium defunctorum in æterna sæcula sæculorum."

(16) La Pax, con la oración Ad Pacem, cuarta oración de S. Isidoro. La oración es variable con un final fijo:"Quia tu es vera pax nostra etc."

Después de la oración el sacerdote pronuncia la bendición "Gratia Dei Patris omnipotentis, pax et dilectio D. N. J. C. et communicatio Spiritus Sancti sit semper cum omnibus nobis."

En todas las principales liturgias orientales excepto la de S. Marcos, este pasaje de II Cor., está separado de la Paxy viene inmediatamente antes del dialogo Sursum corda, y su lugar antes de la Paxes ocupado por e’iréne pâsin o su equivalente.

En S. Marcos y en el Romano no ocurre pero en este último siempre desde finales del siglo cuarto o principios del quinto, al menos, la Paxasido asociado con la Comunión, no con el principio de la Missa Fidelium. En el Galicano, la Pax, venía como en el Mozárabe.

El Ambrosiano sigue ahora al Romano, pero probablemente no siempre fue así. (ver RITO AMBROSIANO, RITO CELTA, RITO CGALICANO).

En la misa mozárabe, el sacerdote dice "Quomodo adstatis pacem facite," y el coro canta un responsorio "Pacem meam do vobis etc.", "Novum mandatum do vobis, etc.", durante el cual "accipiat Sacerdos pacem de patena", diciendo "Habete osculum dilectionis et pacis ut apti sitis sacrosanctis mysteria Dei", y da el beso de paz al diácono (Bel puerro) que lo pasa al pueblo.

(17) La Hill tío o In latió.– Llamada Præfatioen el Romano y Contestatio o Immolatio en el Galicano. Con el Post-sanctus forma la quinta oración de S. Isidoro. Hay Illationes apropiadas en cada misa. La forma es similar a Prefacio Romano, pero generalmente más largo y más difuso. Va precedido por un diálogo más largo que el usual: "Introibo ad altare Dei mei.
R. Ad Deum qui lætificat juventutem meam. V. Aures ad Dominum. R. Habemus ad Dominum. V. Sursum Corda. R. Levemus ad Dominum. V. Deo ac D. N. J. C. qui est in cœlis dignas laudes, dignasque gratias referamus. R. Dignum et justum est. V. Dignum et justum est, etc."

La Illatio termina de muchas formas, pero siempre llevada como por los ángeles al Sanctus. Esto es: "Sanctus, Sanctus, Sanctus, Dominus Deus Sabaoth. Pleni sunt cœli et terra gloria majestatis tuæ. Osanna filio David. Benedictus etc. Agyos, Agyos, Agyos, Kyrie o Theos."

(18) El Post-Sanctus, parte de la quinta oración de S. Isidoro, es variable con el día, pero casi siempre comienza "Vere sanctus, vere benedictus D. N. J. C.", y genernalmente termina "Ipse Dominus ac Redemptor æternus".

Todas las liturgias excepto la Romana y la Celtica romanizada tiene alguna forma muy semejante al Post-Sanctus, que lleva al Recital de la Institución.

Hasta el Ambrosiano tiene uno para la Pascua de Resurrección. Pero que parte de la Intercesión suceda detrás del Sanctus en el Romano hace esto muy diferente. Las últimas palabra del Post-Santos mozárabe debiera anticipar "Qui pridie etc.", como en el Galicano, pero hay una interpolación -"more suo adeo imperite ut interpolatio manifesta est", según Leslie dice lo siguiente : "Adesto, adesto, Jesu bone Pontifex in medio nostri sicut fuisti in medio discipulorum tuorum, et sancti † fica hanc oblationem † ut sanctificata sumamus per manus sancti Angeli tui [cf. La cláusula "Supplices te rogamus" del Cano Romano] sanctæ Domine et Redemptor æterne."

La fecha de la interpolación es desconocida pero es probablemente mucho más antigua que el misal de Cisneros, aunque no ocurra en la Missa Omnimoda en el Liber Ordinum de Silos de 1052. Puede haberse originado como una jaculatoria parentética ( influenciada por el Canon Romano) dicha en secreto por el sacerdote con la cabeza inclinada antes de comenzar el Recital de la Institución, que , como el Post – Sanctus, era posible cuando se decía en voz alta. La forma presente impresa del Recital es la de I Cor., xi, 23-6: "D. N. J. C. in qua nocte tradebatur etc.”, lo que está de acuerdo con las principales liturgias orientales, pero la Galicana tenía "Qui pridie quam pateretur" o alguna variación de esto, y el Mozárabe debe haber tenido alguna vez, posiblemente ( Como sugiriere Leslie) combinando ambas fechas con "Qui pridie quam pateretur" e "in ipsa nocte qua tradebatur etc." La forma del Liber Ordinum de Silos de 1052 como en el presente y en Toledo comienza "Quoniam Dominus Jesu in qua nocte."

Es cierto que la forma romana de la Palabras de la Institución no fue utilizada por la iglesia española antes de la misión de Zannello en 924. Así que surgió la práctica de decir la forma romana en vez de lo que estaba escrito y es lo que se hace ahora. En la edición de Cisneros las Palabras Romanas no se imprimieron al principio, pero más tarde si en tiras separadas que se pegaban al margen. En las últimas ediciones aparecen como notas a pie de página. Se manda Elevación después de la consagración en cada especie.

(19) El Post-Pridie.–S. Isidoro lo llama confirmatio sacramenti, "ut oblatio quæ Deo offertur sanctificata per Sanctum Spiritum corpori Christi et sanguine confirmetur", parece que lo tomó de una Epiklesis, necesaria para completar la consagración , pero habla también de "verba Dei … scilicet, Hoc est corpus meum", que son la "substantia sacramenti".

En los libros Galicanos hay varias de estas oraciones con alguna clase de Invocación al Espíritu Santo, unas muy claras y otras muy vagas.

La mayoría no muestra signos de Epiklesis, y este es el caso Mozárabe, quizás catorce o quince Misas tiene un Epiklesis definido o lo que con alguna ingenuidad y enmienda puede hacerse que lo parezca, mientras que en el resto es la Gran Oblación, con frecuencia con alusiones al día.
Resigue una oración fija que se parece a la cláusula Per quem hæc omnia del Canon Romano y una segunda elevación precedida de "Dominus sit semper vobiscum etc." y "Fidem quam corde credimus ore autem dicamus".

Los domingos y mayoría de las fiestas sex capparum y quatuor capparum se recita el Credo; éste que tiene varias diferencias verbales con respecto a la forma romana, entre otras, credimus, confitemur y expectamus, vivificantorem, adorandum et conglorificandum, Omousion Patri, hoc est ejusdem cum Patre substantiæ etc.

S. Isidoro menciona la recitación del creo "tempore sacrificii", pero a veces para él sacrificium significa a veces el ofertorio, a veces toda la misa.. En ciertos días, principalmente en Cuaresma y en las misas votivas hay una Antiphona ad Confractionem Panis (cf. the Confractorium del rito ambrosiano), que se dice en vez de "Fidem quam corde credimus etc."

Durante el Credo tiene lugar la Fracción . La Hostia es dividida en dos mitades, una de ellas en dividida en cinco partes y la otra en cuatro. Siete de esos trozos se colocoan en forma de cruz, cinco, llamadas Corporatio (Encarnación), Nativitas, Circumcisio, Apparitio (Epifanía), y Passio forman lla parte vertical y dos llamadas Mors y Resurrectio, los brazos.

Éstos se colocan en cada parte de la partícula Nativitas con el Gloria y Regnum, colocados juntos en un sitio. (Para ejemplos de Fracciones complicadas, ver RITO CELTA Y RITO CALICANO).

A continuación el sacerdote lava sus dedos "purget bene digitos", y , cubierto el cáliz, dice en voz alta "Memento pro vivis".

(20) El Ad Orationem Dominicam, séptima y última oración de S. Isidoro varía con el día y como el Agyos después de Ad Missam Oratio va precedido por Oremus. Termina introduciendo el Pater Noster, cantado por el sacerdote y respondiendo el coro Amén a cada frase excepto "Panem nostrum quotidianum da nobis hodie" cuando la contestación es "Quia Deus es".

El Embolismus invariable es una larga oración de intercesión seguida pro la Comixtura. La partícula Regnum se mantiene sobre el cáliz durante el tiempo pascual y en el Corpus Christi con las palabras "Vicit Leo ex tribu Juda, radix David, Alleluia. Qui sedes super cherubim, radix David, Alleluia", y entonces se deposita el cáliz, con las palabras "Sancta Sanctis et conjunctio Corporis D. N. J. C. sit sumentibus et potantibus nobis ad veniam et defunctis fidelibus præstetur ad requiem."

(21) La Benediction.–El diácono proclama "Humiliate vos ad Benedictionem", y e sacerdote pronuncia una bendición en tres , cuatro o cinco frases, variables según el día, respondiendo Amén a cada frase.

En el Rito Galicano la larga bendición estaba reservada para los obispos solamente; el sacerdote decía una forma corta (Pax et caritas D. N. J. C. et communicatio sanctorum omnium sit semper nobiscum). Las Bendiciones continuaron en Francia mucho después de la extinción del Rito Galicano (ver RITO GALICANO) y en Inglaterra. En el Mañuela Sarum de 1554 se dan directrices para las bendiciones Episcopales, con la misma proclamación preliminar que en Mozárabe.

(22) La Communion.– El coro canta un responsorio fijo llamado Ad Accedentes, que comienza "Gustate et videte", compuesto del alleluyas tras cada verso. Hay variaciones en Cuaresma y en la semana después de Pascua de resurrección ( ver RITO CELTA y RITO GALICANO).

Los mismos versos son mencionados por S. Cirilo de Jerusalén y están en algunas liturgias orientales. Sigue la antífona que contesta a la Communio romana que es normalmente "Refecti Christi Corpore et Sanguine, te laudamus, Domine. Alleluia con una variante en Cuaresma "Repletum est gaudio os nostrum, etc." Que es seguida por la Post-comunión, una oración o una oración ofrecimiento variable con el día pero con una selección muy pequeña, pues solo unos pocos días tienen Post-Comuniones propias separadas y se usan cuatro o cinco una y otra vez, unas para las fiestas de Nuestro Señor y otra para las de los santos, variando solo el nombre de la fiesta.

Durante el canto de Ad Accidentes y Communio el sacerdote comulga, con devociones privadas parecidas a las del Rito Romano, pero incluyendo los dos pasajes "Ave in avum, etc.", que también se hallan en el misal Sarum y otros locales. Inmediatamente antes de su comunión, el sacerdote mantiene la partícula Regnum sobre el cáliz diciendo en voz alta "Memento pro mortuis" (o "pro defunctis", ya que existen las dos formas ).

(23) La Despedida.Hay dos formas, una para los días ordinarios "Missa acta est in nomine D. N. J. C. perficiamus cum pace. R. Deo gratias",y la de fiestas más importantes "Solemnita completa sunt in nomine D. N. J. C. votum nostrum sit acceptum cum pace. R. Deo gratias".

Sigue después el "Salve Regina” con versículo, responsos y la colecta, "Concede nos famulos tuos etc.", que no es mozárabe y después la de la bendición "In unitate Sancti Spiritus benedicat vos Pater et Filius".

Como se puede ver, los elementos fijos de esta misa son muy pocos. Son: Las Preparaciones; generalmente el Gloria; las Oraciones etc. Del Ofertorio; los Nomina; la Pax, pero no su oración; el Sursum Corda; el Sanctus; el Recital de la Institución con su oración preliminar; una oración que sigue al Post-Pridie; el Credo; la parte de la Fracción del sacerdote, Conmixtura y Comunión; la oración del Señor y el Embolismus, pero no su introducción y el Salve Regina y la Bendición.

Las variables que ocupar en tiempo y espacio escrito la mayor parte de la misa son ; El Officium (Introito); la Oratio después del Gloria, la Profecía, el Psallendo; la Epistola; el Evangelio; el Lauda; el Sacrificium; Ad Missam Oratio; Alia Oratio; Post Nomina; Ad Pacem; Illatio; Post-Sanctus; Post-Pridie; Antiphona ad Confractionem Panis; Ad Orationem Dominicam; la Benediction; Ad Accidentes; Communio; Post-Communion; despedida. A esto se puede añadir los cantos adicionales de ciertos días.

 

 

 

 

 

PLEGARIA EUCARÍSTICA

 

La quinta oración se pone consiguientemente para la santificación de la oblación, en la cual se incita también a la alabanza de Dios
a todo el conjunto de criaturas terrestres y virtudes celestiales, y se canta el Hosanna in excelsis, porque naciendo el Salvador
del linaje de David, hasta lo más excelso ha llegado la salvación al mundo (S. Isidoro, De Ecl. Of., 1,15,2).


Durante toda la plegaria eucarística, cerca del altar, los acólitos con dos incensarios en la Misa episcopal, esparcen el humo del incienso.

El Obispo se acerca al altar y dice: Me acercaré al altar de Dios.

Todos responden: A Dios que es nuestra alegría.

El diácono dice: Oídos atentos al Señor.

Todos responden: Toda nuestra atención hacia el Señor.

El Obispo, extendiendo las manos, prosigue: Levantemos el corazón.

Todos responden: Lo tenemos levantado hacia el Señor.

El Obispo, juntando las manos, dice:

A Dios y a nuestro Señor Jesucristo, Hijo de Dios, que está en el cielo, demos debidas gracias y alabanzas.

Todos responden: Es justo y necesario.

El Obispo, con las manos extendidas, dice (en tono de prefacio):

ILLATIO
(Acción de Gracias-Variable en cada Misa)


Es justo y necesario que alabemos la potencia de tu poder, oh Señor, y reconozcamos en el Hijo la plenitud de la majestad del Padre.

Por él restituyes y restauras todas las cosas;
tú lo enviaste al mundo revestido de la naturaleza humana,
para amar en nosotros lo que amabas en tu Hijo.
Se ha cumplido cuanto habías anunciado
por la boca de los profetas;
se ha realizado cuanto habías predicho acerca de su venida.
Éste es pues el león de la tribu de Judá, valeroso en la lucha.
Éste es el cachorro de león que surge victorioso de la muerte.
Éste es el Cordero inmaculado
desde mucho tiempo necesario para ser inmolado.
Éste es la piedra que desecharon los constructores,
que llegó a ser después admirable,
establecida como piedra angular de la Iglesia.
Éste es el caudillo y príncipe del ejército celestial.
Éste es el Esposo y Señor de la Iglesia.
Estaba prefigurado en Noé no sólo como piloto del arca,
sino también de la Iglesia;
estaba en Abrahán como fiel culmen de la estirpe patriarcal;
en Isaac como misterio de su gloriosa inmolación;
en Jacob como inmejorable ejemplo de paciencia;
en todos los santos como plenitud de toda justicia.
Por esto, todos los ángeles y arcángeles
no cesan de cantar cada día, a una voz, diciendo:

Todos los concelebrantes y el coro cantan el Sanctus, y el coro, después del Hosanna, añade el triple Hágios y un único Kyrie o Théos:


Sanctus, Sanctus, Sanctus,
Dominus Deus Sabaoth.
Pleni sunt caeli et terra gloriae maiestatis tuae.
Hosanna Filio David.
Benedictus qui venit in nomine Domini.
Hosanna in excelsis.
Hágios, Hágios, Hágios, Kyrie o Theos.

Santo, Santo, Santo, Señor Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu majestad gloriosa.
Hosanna al Hijo de David.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.
Santo, Santo, Santo, Señor Dios.



El Obispo con las manos extendidas y los concelebrantes (éstos en voz muy baja sin extender las manos), dicen la oración:

ORATIO POST SANCTUS
(Oración después del Santo-Variable en cada Misa)

 A partir de aquí viene la sexta oración, la conformación del sacramento,
para que la oblación que se ofrece a Dios, santificada por el Espíritu Santo,
se conforme al cuerpo y a la sangre de Cristo (S. Isidoro, De Ecl. Of., 1,15,2).


Santo y bendito es en verdad
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
en quien, al ser crucificado,
se manifestó realmente la debilidad de su carne, y, en quien, mientras vivió,
permaneció escondida la fuerza de la divinidad.
Como hombre poseía lo que es propio del hombre en su auténtica naturaleza humana;
y como Dios lo que es propio de Dios,
en la autenticidad de la sustancia divina,.
Demostró la realidad de su cuerpo al ser herido, su impasibilidad en la fuerza que lo sostuvo, y apareció en la muerte como mortal.
Así, experimentando la muerte, pudo vencerla muriendo, y pudo asegurar la vida a los fieles sufriendo y resucitando de entre los muertos.
El mismo Cristo Señor y Redentor eterno.

(En este rito, los fieles permanecen de pie.

La consagración es una pieza fija e invariable)


En inmediata conexión con su final prosigue:

El cual, la víspera de su pasión, tomó pan,

Toma la patena con el pan y, elevando los ojos, continúa:

dio gracias, pronunció la bendición,
lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo:

Tomad y comed:
Esto es mi Cuerpo
que será entregado por vosotros.
Cuantas veces lo comáis,
hacedlo en memoria mía.

Todos responden: Amén.

El Obispo deja la patena sobre el altar y hace inclinación profunda. Toma el cáliz y prosigue:

Lo mismo hizo con el cáliz al final de la cena, diciendo:

Éste es el cáliz
de la nueva alianza en mi Sangre,
que será derramada por vosotros
y por todos los hombres
en remisión de los pecados.
Cuantas veces lo bebáis,
hacedlo en memoria mía.

Todos responden: Amén.

El Obispo deja el cáliz sobre el altar, hace inclinación profunda y, con las manos extendidas, dice:

Cuantas veces comáis este pan y bebáis este cáliz, anunciaréis la muerte del Señor
hasta que venga glorioso desde el cielo.

Todos aclaman: Así lo creemos, Señor Jesús.

El Obispo, con las manos extendidas, dice la oración y todos los concelebrantes en silencio extienden igualmente las manos:
:

ORATIO POST PRIDIE
(Invocación-Pieza variable en cada Misa)


Oh Dios Padre,
esta es la víctima santa y saludable,
que reconcilió al mundo contigo.
Este cuerpo es el que colgó de la cruz.
Esta sangre es la que manó abundante de su costado.
Por tanto, dando gracias por tu gran amor,
porque nos redimiste con la muerte de tu Hijo
y nos has salvado con su resurrección,
humildemente te rogamos, Dios de bondad,
que hagas descender sobre estas ofrendas
la bendición de tu Espíritu Santo
y santifiques las almas de quienes participarán de ellas, para que, purificados de la mancha de las culpas, podamos alegramos sin medida en este día de la resurrección.

Al final todos responden: Amén.

(DOXOLOGÍA-Pieza invariable)

 

El Obispo junta las manos y concluye con la siguiente doxología:

Concédelo, Señor santo,
pues creas todas estas cosas para nosotros,
indignos siervos tuyos,
y las haces tan buenas,
las santificas, las llenas
+ de vida,

Y al decir “las llenas de vida”, hace la señal de la cruz sobre los dones sagrados.

las bendices y nos las das,
así bendecidas por ti, Dios nuestro,
por los siglos de los siglos.

R/. Amén

 

 

Bibl..religion en libertad

 

 

«Calendario Litúrgico del Rito Hispano-Mozárabe» (2012-2013)

 

Presentamos, el Calendario Litúrgico del Rito Hispano-Mozárabe (2012-2013), para el uso de la IGLESIA ANTIGUA EN COLOMBIA- Viejos Católicos 1870 y para todos aquellos que celebran esta liturgia de forma regular u ocasional.

 

2012

 

El tiempo de Adviento dará comienzo el día 18 de noviembre, ya que el primer domingo es el que cae entre el 13 y el 19 de este mes, es decir, el más próximo a la festividad de San Acisclo; a diferencia del rito romano, que consta de cuatro semanas, éste consta de seis.

 

2013

 

El Tiempo de Cotidiano este año tiene 29 domingos: el primero será el 13 de Enero y el último el 10 de noviembre; llegada la Cuaresma, éste se detiene en el V de Cotidiano con el cual prosigue tras el Tiempo Pascual según las «Normas sobre el año litúrgico y sobre el Calendario en el rito hispano-mozárabe»: “El primer Domingo tras la Aparición del Señor empieza el ciclo de los Domingos de Cotidiano, que se interrumpirá el I Domingo de Cuaresma y proseguirá desde Pentecostés hasta el I Domingo de Adviento» ; por tanto, el día 20 de mayo se prosigue con el Domingo V de Cotidiano. Dentro de este Tiempo destacamos un domingo especial: «domingo que precede la Natividad del Bautista (24-VI)», que este año es el 23 de Junio.

 

La Cuaresma comenzará el 17 de Febrero con el «domingo in carnes tollendas», exactamente 7 semanas antes de Pascua, aunque hemos de decir que el tenor penitencial inicia el día siguiente: «Lunes de Ayuno de la Primera Semana de Cuaresma», tal como dicen los Prenotandos del Misal: “la misa de este domingo es todavía festiva”.

 

La Semana Mayor tendrá lugar del 24 al 30 de marzo: primero con el «Domingo de Ramos», y los demás días, hasta el Triduo Sacro: «Jueves en la Cena del Señor», «Viernes en la Preparación» y, finalmente, «en la Noche Santa. Vigilia Pascual».

 

El día 31 de Marzo con la celebración: «en la Alegría de la Pascua» comienza el Tiempo Pascual, que va del 31 de Marzo hasta el 19 de mayo, domingo de Pentecostés.

Hemos de destacar dos particularidades de este Tiempo: la primera es: Martes de Pascua “cuando los bautizados dejan las albas” ; y la segunda: “la Fiesta de Pentecostés se ve precedida por un día preparatorio y una Vigilia: Letanía de Pentecostés”. Finalmente señalar que el jueves 9 de mayo es la Solemnidad de la Ascensión del Señor.

 

Algunos detalles más de este Año Litúrgico 2012-2013: A) la Solemnidad de Santa Leocadia (9-XII) cae en Domingo, por esta razón, queda como «Solemnidad Trasladada» al día mas libre próximo; y esto por dos razones: la primera es que el 9 es domingo y el 10 es la Festividad de Santa Eulalia de Mérida, y la segunda que, según los Prenotandas: “las Solemnidades del Señor prevalecen sobre los Domingos, por el contrario las de los Santos se trasladan al día libre más próximo, ya sea anterior, ya posterior”. B) La Fiesta de san Martín (11-XII) no tiene «Letanías» ya que cae en lunes. C) El I domingo de Adviento del próximo Año Litúrgico (2013-2014) será el 17 de noviembre.

 

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Presentación del Sr. Arzobispo-Primado

 

El Calendario del Rito Hispano-Mozárabe para el Año 2012-2013 es una ayuda inestimable para cuantos celebran en este venerable Rito. Recuerdo que esta celebración se permite en Toda la Iglesia Católica Antigua – Viejos Católicos 1870, celebrando bien con los formularios aprobados.

Al presentar como Arzobispo Primado de la Iglesia en Colombia, Responsable del Rito, este calendario quiero recordar que somos defensores de la tradición, de la fe predicada por los Apóstoles, que celebraron los misterios de la fe cristiana con ritos propios.

La liturgia hispana- Mozárabe es, en efecto, obra de varias generaciones con una espiritualidad y un depósito doctrinal, expresados en abundantes textos litúrgicos, adecuados a las necesidades pastorales y a la sensibilidad de las gentes de las distintas Regiones Episcopales.

 

No nos debe mover simplemente la estética, ni las diferencias litúrgicas con otros Ritos, ni una comprensión estrecha de la Tradición, sino la fe cristiana que ha generado un Rito y una espiritualidad válida para nosotros.

 

Aspiro como Superior Jerarca que en la celebración de la liturgia Hispano-Mozárabe, se haga resplandecer la verdad y la belleza de la fe en nuestro tiempo, sin sacrificarla a la exigencias del presente sin encadenarla al pasado estricto

 

 

 

Bibl. lexorandies.blogspot calendario-liturgico-del-rito-hispano

 

http://personales.ya.com/mrgreyes/ermita/Liturgia/Renov/cal-in.htm   CALENDARIO PARA GUIA

 

 

MARIA ROSA MISTICA

 

NUESTRA PATRONA

 

ARQUIDIOCESANA

 

LA IGLESIA  ANTIGUA  EN COLOMBIA VIEJOS CATÓLICOS 1870 P. J. E Res. 602 del 13 de mayo de 1996 Min-Interior Arquidiócesis María Rosa Mística Res. 1156 del 04 de septiembre de 2015 ES UNA INSTITUCIÓN RELIGIOSA  MUY MARIANA NO SOMOS  ROMANOS PERO SI CATÓLICOS ANTIGUOS. DIÓCESIS:

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CRUZ  DE LOS VIEJOS CATÓLICOS 1870

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ARQUIDIOCESIS  MARÍA ROSA MÍSTICA

 

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